Las personas cambian, pero no
siempre. No quiero decir que no cambiemos nada, todo lo contrario, cambiamos
mucho a lo largo de los años. Nuestros conocimientos, habilidades y actitudes
pueden cambiar con el tiempo y nuestro cerebro es plástico y, por lo tanto,
adaptable al entorno y al aprendizaje.
Cuando te enamoras de alguien lo haces por sus
cualidades, pero también sus defectos entran en el paquete, esto quiere decir
que lo que ves es exactamente lo que obtendrás.
La persona puede controlar sus defectos si
verdaderamente lo desea, o sea por “amor”, pero siempre seguirá siendo como es.
Eso de que mi amor lo va hacer cambiar es una
verdadera trampa para osos.
Así que si tu amor no ha cambiado todavía la decisión
es tuya o lo tomas o lo dejas…
L La Villa.
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